Senadora Jael Quiroga condena ataque contra la fuerza pública en Bolívar

La senadora Jael Quiroga Carrillo se pronunció enérgicamente sobre el reciente ataque a la fuerza pública ocurrido en Santa Rosa, sur de Bolívar, donde nueve soldados resultaron heridos en medio de una emboscada con minas antipersona. En sus declaraciones, Quiroga expresó su profunda preocupación por el uso de estas tácticas, que consideró violatorias del derecho internacional humanitario.

La senadora lamentó profundamente los hechos y señaló: “Le pedimos a los actores que están peleando en esa zona, por favor, no hagan eso. ¿Qué sacan con matar policías, con hacerles daño? Ellos no están en combate, esto fue una emboscada no permitida”. Quiroga condenó enérgicamente el uso de minas, subrayando que estas también pueden afectar a la población civil, aumentando el sufrimiento en las regiones en conflicto.

En su intervención, la senadora hizo un llamado directo a los grupos armados ilegales para que respeten tanto a las fuerzas del orden como a la población civil, recalcando que los policías y soldados son también personas del pueblo, con familias e hijos. “No tiene sentido seguirnos matando entre nosotros”, afirmó, insistiendo en que la violencia no lleva a la paz, sino que genera más conflicto y rencor.

Quiroga también aprovechó para destacar la postura del gobierno del presidente Gustavo Petro, que ha optado por el diálogo y la negociación como medio para resolver el conflicto armado en Colombia. “Este gobierno ha sido generoso y no optará por bombardear campamentos como lo pide la derecha”, subrayó la senadora, defendiendo la apuesta del gobierno por una salida política negociada.

El ataque en Santa Rosa ha generado gran alarma entre las autoridades y la comunidad local, mientras las heridas de los soldados siguen siendo atendidas. La senadora reiteró la urgencia de respetar los acuerdos humanitarios y mostró su esperanza en que los actores del conflicto demuestren su voluntad para la paz.

La comunidad internacional y nacional observan con preocupación estos hechos, mientras las autoridades piden respeto por la vida y un alto a las hostilidades que afectan a los habitantes de las zonas en conflicto.