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Situación difícil para los pescadores en el corregimiento El Llanito

Cada pareja de pescadores debe llevar palancas de buena calidad, hechas de madera flexible y delgada, como el bambú o el guacharaco, para poder apalancarse y empujar la canoa.

En el corregimiento El Llanito, ubicado en Barrancabermeja, los pescadores que dependen de las ciénagas El Llanito y El Hamo están enfrentando una situación difícil desde hace dos meses. Debido al fenómeno del Niño, los niveles de agua de estas fuentes hídricas han disminuido significativamente, lo que les impide realizar sus labores diarias de pesca con normalidad.

Los pescadores ahora se ven limitados en sus jornadas laborales y deben hacer un mayor esfuerzo para llegar a aguas más profundas. En esta temporada de verano, deben preparar sus herramientas, como las atarrayas y los canaletes, pero sobre todo las palancas. Cada pareja de pescadores debe llevar palancas de buena calidad, hechas de madera flexible y delgada, como el bambú o el guacharaco, para poder apalancarse y empujar la canoa.

Una vez que tienen todo listo, deben mover la canoa para que se despegue del lodo y poder arrastrarla hasta donde haya suficiente agua. Sin embargo, debido a los bajos niveles de las ciénagas, la profundidad alcanza solo los 30 o 40 cm, lo que ha provocado una disminución significativa en la producción de pesca en los últimos dos meses.

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Los pescadores se encuentran con dificultades para capturar especies como el bocachico y la pacora, ya que estas se entierran en el lodo cuando sienten peligro. Aunque algunos pescadores expertos se dedican a la pesca de estas especies, corren el riesgo de encontrarse con rayas u otros peligros en el proceso.

En temporada de invierno, la calidad del pescado es mejor, ya que proviene del río y hay mayores posibilidades de crecimiento. Sin embargo, en este momento, el pescado de la zona es de mala calidad. Los pescadores de esta zona rural de Barranca Bermeja hacen un llamado de ayuda, ya que invierten más de 60.000 pesos y trabajan jornadas de más de 12 horas para obtener un ingreso de apenas 50.000 pesos.

Los pescadores esperan que los niveles de agua en las ciénagas y el río aumenten, ya que esto permitiría que el pescado pueda desovar. La situación se ha vuelto crítica desde el mes de marzo, y los pescadores están preocupados por el futuro de su labor. Esperan que se puedan plantear alternativas y encontrar soluciones a esta problemática que afecta a su comunidad.

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