Un ataque con un artefacto explosivo en el municipio de Miranda, en el departamento del Cauca, ha dejado un saldo trágico, con la muerte de un niño de 12 años y lesiones graves a dos adultos. El suceso tuvo lugar alrededor de las 2:00 p. m. del viernes 17 de mayo, mientras las víctimas se desplazaban en motocicleta por una vía cercana al sector de Guatemala.

Las primeras indagaciones sugieren que los grupos armados detrás del atentado habrían dejado el explosivo abandonado en la vía, aparentemente con la intención de dirigirlo contra la fuerza pública. Según informaron las autoridades locales, «el menor falleció en el lugar debido a la gravedad de sus heridas». Las imágenes del sitio de la explosión muestran a las tres personas tendidas en el suelo, incluyendo al niño, quienes fueron trasladados rápidamente a centros médicos para recibir atención especializada.

Hasta el momento, los adultos heridos se encuentran en estado crítico, lo que ha generado gran preocupación en la comunidad local. Aunque hay informes extraoficiales que sugieren un posible aumento en el número de víctimas mortales, las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos en las próximas horas.

En medio de la escalada de violencia que sacude a Barranquilla casi a diario, una tragedia golpeó nuevamente a la ciudad cuando una mujer de 41 años perdió la vida como resultado de un enfrentamiento entre pandillas. Los hechos ocurrieron en el barrio Santo Domingo, donde la violencia desatada incluyó el uso de armas de fuego.

La víctima, identificada como Maryluz Esther Crespo Jiménez, se vio atrapada en el fuego cruzado mientras buscaba a sus dos hijos en medio del caos. La bala perdida que segó su vida separó para siempre sus destinos y dejó a sus hijos heridos en el violento altercado.

La Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) llegó al lugar pasadas la 1:30 p. m. del jueves 16 de mayo de 2024 para atender la situación. Se confirmó la presencia de dos heridos, así como la detención de un individuo. Lamentablemente, solo una víctima fatal fue reportada, siendo la madre de los jóvenes heridos.

Las autoridades locales están llevando a cabo investigaciones exhaustivas para identificar a los responsables de este trágico incidente. El dolor y la indignación han sido las respuestas de la comunidad ante este nuevo caso de violencia sin sentido que ha cobrado una vida inocente.

En la noche del jueves, la cárcel La Modelo en Bogotá se vio envuelta en disturbios cuando un artefacto de gas lacrimógeno fue arrojado hacia una calle cercana al penal desde uno de los patios internos. La Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) ha desplegado unidades para contener la situación, especialmente en los patios 4 y 5, donde se reportan los mayores desmanes.

Las autoridades locales cerraron la carrera 56 con calle 18, donde cayó el artefacto, mientras que dentro del centro penitenciario, los funcionarios del Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) están trabajando para restaurar el orden. Inicialmente se sospechó de un intento de motín, pero se está llevando a cabo una intervención para evitar una escalada de violencia.

Caracol Radio ha informado que se están realizando allanamientos en las celdas del complejo carcelario, con traslados de reclusos en curso. La seguridad se ha reforzado después del caso de sicariato que cobró la vida del director de La Modelo, el coronel (r) Élmer Fernández, el pasado jueves 16 de mayo. Alias «Pedro Pluma», quien está recluido en uno de los patios, ha sido identificado como una figura central en este incidente.

El llamado al diálogo y la concertación ha sido destacado por Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, quien insta al Gobierno a negociar con grupos delictivos para evitar más violencia. Se han identificado a otros criminales, como Andrés Felipe Marín Silva, alias «Pipe Tuluá», relacionados con amenazas previas al director fallecido.

La renuncia del subdirector de La Modelo, el coronel (r) Óscar Alejandro Tovar, tras el asesinato de Fernández, ha generado tensiones adicionales. Unidades del Comando Operativo de Remisiones de Especial Seguridad (Cores) del Inpec se han desplegado para prevenir un motín y mantener la seguridad en el penal.