Según el video, fuertes lluvias en Barrancabermeja provocaron la creciente del río La Colorada, lo que causó inundaciones que afectaron a varias veredas del corregimiento El Centro.

Las veredas Tenerife y Campo 23, ubicadas en el corregimiento El Centro de Barrancabermeja, resultaron seriamente afectadas por inundaciones luego de que el río La Colorada se desbordara a causa de las intensas lluvias registradas durante el pasado fin de semana.

Preocupados habitantes de estas zonas rurales evidenciaron a través de videos la magnitud de la emergencia, mostrando las altas niveles que alcanzaron las aguas, las cuales terminaron por inundar viviendas, cultivos y afectar a animales de la región.

Unidades de la Subsecretaría de Gestión del Riesgo, Cruz Roja y Defensa Civil se desplazaron a las veredas afectadas para atender la situación y realizar una caracterización inicial de daños, que arrojó un saldo de 25 viviendas y 100 personas impactadas directamente solo en la vereda Campo 23.

«No tenemos personas fallecidas o desaparecidas, pero sí varias hectáreas de cultivos afectadas que ya estamos caracterizando para brindar la atención con la Secretaría de Agricultura», indicaron las autoridades.

En la vereda Tenerife se reportaron 8 viviendas anegadas por el desbordamiento del afluente. Las comunidades a la espera de ayudas humanitarias para mitigar los efectos de esta emergencia invernal que los tomó por sorpresa.

A pesar de la magnitud de las inundaciones, se confirmó que no hubo víctimas mortales, aunque sí daños significativos en cultivos y enseres de los campesinos residentes en estas veredas del corregimiento El Centro.

Según los detalles proporcionados, un joven barranqueño identificado como Jason Andrés Flores, de 24 años, lamentablemente perdió la vida por inmersión en el río Guatapurí después de asistir a las celebraciones del Festival Vallenato en esa región.

Un trágico hecho enluta a una familia de Barrancabermeja luego de que el joven Jason Andrés Flores, de 24 años, falleciera ahogado en las aguas del río Guatapurí al término de los festejos del Festival Vallenato.

De acuerdo con los reportes preliminares, Flores se encontraba disfrutando tranquilamente de las celebraciones cuando en determinado momento se sumergió en el río y horas después su cuerpo fue hallado río abajo por personal del Ejército colombiano.

Familiares del joven barranqueño indicaron que éste residía desde hacía más de un año en una vivienda ubicada en la zona donde se realizó el festival vallenato, en casa de su abuela materna.

Con esta lamentable pérdida, Flores deja en la orfandad a una menor de apenas 4 meses de edad, agravando aún más el dolor que embarga a sus seres queridos por esta terrible tragedia.

Tanto autoridades locales como entidades competentes ya se encuentran adelantando las investigaciones correspondientes para esclarecer los detalles que rodearon el deceso del joven barranqueño de 24 años en las aguas del Guatapurí.

Se desconoce si el ahogamiento pudo haber estado precedido por algún incidente o situación anómala, por lo que los entes judiciales buscarán determinar las causas exactas de este fatal desenlace.

Es preocupante la situación de contaminación auditiva que están enfrentando los habitantes de Cartagena debido al exceso de ruido proveniente de establecimientos comerciales y fiestas.

Las autoridades ambientales de Cartagena han emprendido acciones para controlar la contaminación auditiva que afecta principalmente a los barrios populares de la ciudad, donde los habitantes deben soportar los altos niveles de ruido provenientes de bares, tiendas y fiestas privadas.

En un operativo conjunto entre el Establecimiento Público Ambiental (EPA), la Guardia Ambiental y la Policía Metropolitana, tres locales comerciales fueron suspendidos temporalmente por violar los límites permitidos de emisiones sonoras.

Los establecimientos afectados son el Gastro Bar Ángel de la Guarda en San José de los Campanos, el Disco Bar Manglar en el Centro Histórico y 7 Cielos en Bocagrande. Según las autoridades, estos lugares no cuentan con medidas adecuadas para controlar y mitigar el ruido excesivo.

De acuerdo con la normativa ambiental, estos locales enfrentarán un proceso sancionatorio y podrían recibir multas de hasta 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes si no solucionan las causas que motivaron el cierre temporal.

La contaminación auditiva, conocida como el «enemigo silencioso», se ha convertido en un problema recurrente en Cartagena, donde los vecinos deben soportar niveles insostenibles de ruido sin distinción de día u hora, lo que afecta su calidad de vida.

Las autoridades ambientales y policiales buscan controlar este flagelo mediante operativos de inspección y sellamiento de establecimientos infractores, además de instar a la ciudadanía a denunciar estos casos para preservar el derecho a la tranquilidad y un ambiente sano.