Cierran bares en Barrancabermeja por ruidos que afectan a vecino.

En Barrancabermeja, las autoridades han intensificado los controles a bares y discotecas que incumplen con los límites de ruido permitidos. En lo corrido del año, se han recibido más de 400 quejas por parte de la comunidad, especialmente en sectores como la avenida 52 y el barrio San Judas.

Los residentes afectados denuncian que la música a alto volumen se extiende hasta altas horas de la madrugada, afectando seriamente su descanso y su calidad de vida. Dolor de cabeza, insomnio y otros problemas de salud han sido algunas de las consecuencias reportadas.

La Secretaría de Medio Ambiente, en conjunto con la Policía Nacional, ha respondido con operativos que aplican la ley 2450 de 2025, la cual regula los niveles de ruido permitidos. Varios establecimientos han sido sancionados por superar los 80 decibeles, el máximo legal permitido en zonas residenciales.

Durante los operativos más recientes en el barrio San Judas, se impuso la suspensión de actividades por tres días a varios locales reincidentes. Las autoridades destacaron que estas medidas buscan proteger el sosiego y la tranquilidad de los ciudadanos.

Algunos de los negocios sancionados no contaban con los permisos requeridos para operar, lo que agravó su situación legal. Estos casos fueron catalogados como acciones sistemáticas que alteran el orden y la seguridad del entorno.

El programa municipal “Subámosle al respeto y bajémosle al volumen” ha sido clave en la estrategia de concientización sobre la convivencia ciudadana. Las autoridades piden a los comerciantes y residentes un mayor compromiso con el cumplimiento de las normas.

El alcalde Jonathan Vásquez reiteró su compromiso con la tranquilidad y el orden en Barrancabermeja, destacando que los operativos se extenderán a más comunas en los próximos días.

“Esta ciudad debe ser un ejemplo de respeto y convivencia”, afirmó el mandatario, asegurando que se mantendrá el esfuerzo conjunto entre las autoridades administrativas y la fuerza pública.

La aplicación rigurosa de la ley busca reducir el impacto del mapa de ruidos en la ciudad, una de las principales quejas de los ciudadanos. Los controles seguirán hasta lograr un ambiente más armónico para todos.