Vía entre Bucaramanga y Bogotá se mantiene con paso restringido tras derrumbe

Después de dos días de la emergencia ocasionada por un derrumbe, la vía que conecta Bucaramanga con Bogotá continúa operando con restricciones. El paso vehicular se mantiene a un solo carril en el sector de El Raizón, entre San Gil y El Socorro, mientras siguen los trabajos de remoción de escombros.

Las labores de limpieza en la zona, afectada desde la madrugada del 1 de octubre, han sido coordinadas por el Instituto Nacional de Vías (Invías), que ha desplegado un equipo de 20 personas, incluyendo ingenieros, operarios y topógrafos. Este esfuerzo es parte de un contrato de gestión vial destinado a varias rutas clave en Santander.

Invías ha asegurado que hay 40 unidades de maquinaria amarilla en la zona, trabajando para restablecer el tránsito normal en ambos carriles lo antes posible. La entidad espera que, una vez completados los trabajos, la vía pueda reabrirse en su totalidad, facilitando la circulación de todo tipo de vehículos entre la capital santandereana y el centro del país.

El derrumbe, que obligó al cierre total del corredor durante 12 horas, provocó un colapso en la movilidad entre Bucaramanga y Bogotá. La atención de esta emergencia está contemplada en un contrato adjudicado recientemente para la operación y mantenimiento de las vías que comprenden los corredores Zipaquirá – San Gil – Floridablanca y Puerto Araújo – Barbosa.

El contrato, adjudicado a la Unión Temporal Vial del Norte por un valor de $30.288 millones, incluye un presupuesto de $14.500 millones destinados al mantenimiento de la Troncal 45A, que abarca la vía Zipaquirá – Bucaramanga.