Presidente Gustavo Petro enfrenta tutela por llamar a periodistas “muñecas de la mafia”

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se encuentra en el centro de la controversia tras haber hecho comentarios despectivos hacia las periodistas durante la ceremonia de posesión de Iris Marín como defensora del Pueblo. En su discurso, realizado en Nuquí, Chocó, Petro describió a las periodistas como “muñecas de la mafia”, un comentario que ha provocado una ola de rechazo y acciones legales en su contra.

La tutela, interpuesta el martes 10 de septiembre por el abogado Germán Calderón España ante el Consejo de Estado, solicita al alto tribunal que ordene al presidente ofrecer disculpas públicas a las mujeres periodistas del país. Calderón argumenta que el uso de este lenguaje discriminatorio no solo afecta la dignidad de las comunicadoras, sino que también perpetúa la vulneración de sus derechos fundamentales. Además, la demanda pide que se restrinja a Petro de usar comentarios similares en el futuro.

Calderón explicó que la acción legal se presenta en lugar de una denuncia ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes debido a la lentitud de este organismo, que podría demorar años en emitir una resolución. “No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante esta descalificación, especialmente cuando proviene de la máxima autoridad del país”, afirmó el abogado, subrayando la necesidad de una sanción moral inmediata.

La crítica hacia el presidente también ha sido respaldada por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien calificó las palabras de Petro como ofensivas y llamó a las periodistas a presentar denuncias. Vargas Lleras señaló que el comentario del mandatario carece de fundamento y no refleja la realidad del trabajo periodístico en Colombia.

Este incidente es el segundo en el que Petro enfrenta una demanda ante el Consejo de Estado. Previamente, se había presentado una acción similar relacionada con afirmaciones erróneas sobre la familia Vargas Lleras y su rol en la Nueva EPS. La Corte Suprema había exigido al presidente rectificar sus declaraciones, sentando un precedente en la historia judicial del país.

Durante el acto del 30 de agosto, Petro criticó la labor de la prensa, acusándola de contribuir a la criminalización de las protestas y de ser parte de una agenda mafiosa. Su declaración provocó una respuesta contundente de diversos sectores, incluida la directora de Revista Semana, Vicky Dávila, quien calificó el comentario como “misoginia pura” y “machismo”. La defensora del Pueblo, Iris Marín, también se sumó a las críticas, rechazando cualquier forma de violencia y estigmatización contra las mujeres.