Minambiente advierte que crisis por escasez de agua podría extenderse hasta 2025

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, alertó que la emergencia por falta de agua que afecta a diferentes zonas del país debido al fenómeno de El Niño podría prolongarse, al menos, hasta el año 2025. Esta situación ha llevado a que los niveles de los embalses que suministran agua a varias ciudades se encuentren por debajo de sus promedios habituales.

Ante este panorama, algunas administraciones locales, como la de Bogotá, han optado por implementar medidas de racionamiento y suspensión del servicio de agua para fomentar el ahorro del preciado líquido. Aunque inicialmente se planteó que estas restricciones serían por un corto periodo, la ministra Muhamad advirtió que la alerta por desabastecimiento se mantendrá durante lo que resta del año y posiblemente hasta la llegada de la próxima temporada de lluvias.

Durante la instalación de la mesa técnica para definir el plan de acción frente a la escasez de agua en las cuencas alta y media del río Bogotá, la jefe de la cartera de Ambiente anunció una inversión de 80.000 millones de pesos a través del Fondo para la Vida. Estos recursos serán destinados a apoyar el fortalecimiento de la restauración ecológica y la reconversión productiva en el corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero, principal fuente de abastecimiento hídrico para la capital colombiana.

Además, la ministra Muhamad señaló que el mundo está atravesando un momento sin precedentes, con temperaturas promedio por encima de los niveles históricos y un calentamiento sostenido de los océanos desde el año 2023. Este panorama ha contribuido a un déficit cada vez mayor en el embalse de Chuza, del cual proviene el 70% del agua para la región de Bogotá, en los últimos tres años.

La situación actual evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de abastecimiento frente a los fenómenos climáticos extremos y el impacto del calentamiento global. Se requiere un esfuerzo conjunto de las autoridades, la ciudadanía y el sector privado para adoptar estrategias de adaptación y mitigación que fortalezcan la resiliencia hídrica del país a largo plazo.