En el último episodio de «Travesuras de Rufino», nuestro anti-héroe de cultura ciudadana visitó el Parque de los Alpes para sorprender a los niños con una divertida puesta en escena. Armado con espadas de globos, Rufino se enfrentó en un duelo con sus amigos, quienes intentaban corregir sus malas acciones.

Los niños fueron el foco de atención durante esta jornada, que buscó sacarles una sonrisa y dejarles un mensaje de reflexión sobre el cuidado de los espacios públicos de esparcimiento para la comunidad.

A regañadientes, al finalizar la jornada, Rufino decidió unirse al bando de los buenos, entregando regalos a los niños y reconociendo que el orden y la cultura ciudadana son fundamentales para el buen funcionamiento de la sociedad.

Durante las festividades de las novenas, Rufino intentó, una vez más, hacer alarde de su imprudencia, tratando de fomentar el desorden entre la comunidad. Afortunadamente, los niños del barrio demostraron ser más astutos y se comportaron de manera ejemplar, frustrando los intentos del inusual protagonista.

En un giro inesperado, Rufino logró robarse el show y el cariño de los pequeños con una puesta en escena que, aunque atípica, arrancó sonrisas y risas. Su estilo único y su actitud extravagante crearon un momento memorable para los niños, a pesar de la controversia que rodea sus acciones.

Algunos vecinos del Barrio Santana expresaron su opinión sobre la importancia de este evento. A pesar de las acciones poco convencionales de Rufino, señalaron la relevancia de la actividad en el marco de la Campaña Cultura Centenario de la Administración Distrital.

Con grabaciones que capturan momentos específicos de la actuación de Rufino, los vecinos resaltaron la dualidad de su participación. Por un lado, el entretenimiento y la alegría que proporcionó a los niños, y por otro, la preocupación por el mal ejemplo que podría estar impartiendo.

En sintonía con la Campaña Cultura Centenario, Rufino logró transmitir un mensaje de enseñanza y buen comportamiento a la comunidad. Aunque su método fuera poco convencional, su participación sirvió como recordatorio de lo que no se debe hacer, generando conciencia de una manera inusual.

Rufino volvió a las calles de Barrancabermeja a hacer de las suyas… por suerte, el distrito cuenta con ciudadanos bien educados y con sentido de pertenencia, que logran hacer entrar en razón a Rufino de sus malo hábitos y conductas, y lo enseñan a ser un mejor barranqueño con su entorno.

Así vimos a Rufino en las calles cuando la alcaldía encendió la navidad en calles y parques, quien junto a demás ciudadanos disfrutaron del encendido de las luces… pero Rufino pretendía hacer de las suyas, dañando luces, ensuciando la ciudad, teniendo comportamientos inadecuados, en donde por suerte, adultos hicieron las respectivas observaciones, y los niños también mostrando su buen ejemplo, hicieron caer en razón a Rufino de que lo nuestro se cuida y se disfruta para beneficio de todos.

El alcalde de la ciudad también disfrutó con Rufino, y aunque sorprendido, comprendió que Rufino podría ser consciente de la importancia de su buen comportamiento para preservar lo que es para todos

Fue así como Rufino prometió disfrutar de las diferentes actividades planificadas para la comunidad en esta temporada decembrina, pero de igual forma, sigue comprometido a mejorar su comportamiento para seguir haciendo de Barrancabermeja una ciudad con la mejor cultura centenario