Desde el barrio Recreo de Barrancabermeja, avanza la marcha en honor al Día de la Clase Obrera, celebrado el primero de mayo. En este evento significativo, el profesor Jairo Acevedo, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, lidera la protesta en la ciudad. En palabras del profesor Acevedo, la marcha tiene dos propósitos principales: conmemorar a aquellos que han sacrificado sus vidas en la lucha por los derechos laborales y celebrar las reformas que prometen un cambio en beneficio de todos los trabajadores.

Los sindicatos presentes expresan su apoyo tanto a las reformas propuestas por el gobierno nacional como a las iniciativas del presidente Gustavo Petro. Esta movilización no solo respalda reformas laborales, pensionales, de salud y educativas, sino que también busca construir una sociedad más justa y equitativa, tras dos siglos de espera.

La marcha se inició en la puerta de la refinería de Barrancabermeja y se dirige hacia la Usomnal, donde se llevará a cabo un evento político de reflexión y saludo. Además, se planea una celebración con sancocho y la participación de grupos musicales y danzantes, demostrando la diversidad y la alegría de la clase obrera.

La movilización ha transcurrido con normalidad, gracias al despliegue de un operativo de seguridad por parte de las autoridades locales. La participación de sindicatos de otros municipios del sur de Bolívar resalta la importancia y el alcance de esta conmemoración en toda la región.

El Día de la Clase Obrera no solo es una fecha de recuerdo y homenaje, sino también un momento para reafirmar la lucha por los derechos laborales y la construcción de un futuro más próspero para todos los trabajadores. La movilización continúa desde las primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche, en un acto de unidad y compromiso con la transformación social.

Los participantes en la marcha del Primero de Mayo demostraron un gran agrado al unirse en este evento de importancia nacional. Con fervor y entusiasmo, expresaron su respaldo tanto al presidente como a su ciudad y patria, resaltando la necesidad de superar los desafíos actuales para el beneficio de todos los ciudadanos.

Entre los presentes, se encontraban trabajadores que compartieron sus experiencias y demandas. Un trabajador de la empresa de fertilizantes, con 7 años de servicio, expresó su frustración por la liquidación de la empresa y la falta de pago a los trabajadores. Con determinación, exigieron al gobierno local y al presidente intervenir en esta situación para garantizar los derechos laborales de quienes están sufriendo las consecuencias.

El respaldo al presidente Gustavo Petro fue evidente en las palabras de los participantes, quienes destacaron su compromiso con la clase obrera y su lucha por la inclusión laboral, especialmente para las personas LGBTI. La marcha se convirtió en un símbolo de apoyo al cambio y a las reformas propuestas por el gobierno actual, destacando la importancia de seguir trabajando juntos por un país más justo y equitativo para todos.

La diversidad de voces presentes en la marcha reflejó la unidad en la búsqueda de soluciones a los desafíos que enfrenta la sociedad colombiana. Desde trabajadores hasta pescadores, cada sector hizo oír su voz, demandando atención a sus necesidades y un mayor compromiso por parte de las autoridades. La marcha del Primero de Mayo no solo fue un evento de movilización, sino también un recordatorio del poder del pueblo unido en la lucha por un futuro mejor.

Una vez más, los pasillos del Colegio Integrado Madre de la Esperanza (CIME) en Sabana de Torres se llenaron de voces estudiantiles en protesta. En esta ocasión, los jóvenes tomaron las calles con carteles en mano, clamando por un derecho fundamental: una educación de calidad.

La indignación de los estudiantes se centra en la persistente carencia de profesores en su institución. Con un coro de reclamos, exigen al gobierno departamental el nombramiento inmediato de los 17 docentes que aún no han sido asignados al colegio.

La situación preocupa profundamente a la comunidad educativa, pues el mes de abril ya llega a su fin y apenas quedan unas pocas semanas de mayo y junio para completar el año escolar. Sin embargo, el progreso en las clases, los programas escolares y los conocimientos es escaso, lo que genera incertidumbre y descontento entre los estudiantes.

En busca de respuestas y soluciones concretas, los manifestantes dirigen sus demandas a la Secretaría de Educación de Santander. La falta de acción por parte de las autoridades competentes refleja una problemática que va más allá de las paredes del colegio CIME, evidenciando las deficiencias en el sistema educativo local.

Esta nueva marcha estudiantil plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas educativas en la región y resalta la urgente necesidad de abordar las carencias estructurales que afectan el desarrollo académico de los jóvenes. Mientras tanto, los estudiantes continúan en pie de lucha, reafirmando su compromiso con una educación digna y equitativa para todos.