Bomberos voluntarios intensifican campaña contra el uso de pólvora

El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Barrancabermeja intensificó su campaña La pólvora no es un juego de niños, con el objetivo de prevenir accidentes con fuegos pirotécnicos durante la temporada decembrina.

La iniciativa se centra en generar conciencia sobre los riesgos de manipular pólvora, especialmente entre menores de edad, y hace un llamado a las familias para priorizar la protección de los niños durante las celebraciones.

Los bomberos recordaron que esta época del año suele registrar un aumento en los casos de quemaduras por pólvora, por lo que es fundamental evitar su uso en espacios familiares. Insistieron también en que los adultos deben abstenerse de mezclar licor con el manejo de explosivos pirotécnicos.

La campaña está dirigida principalmente a los padres de familia, a quienes se les pide estar atentos al comportamiento de sus hijos y tomar medidas preventivas dentro del hogar y en espacios públicos.

En el marco de estas actividades de sensibilización, el cuerpo de bomberos celebró el Día Internacional del Voluntariado con una reunión familiar que incluyó actos protocolarios y homenajes a la labor diaria del personal operativo.

Durante el evento, el capitán Alexander Díaz resaltó que, pese a las dificultades del año, 120 bomberos permanecen activos las 24 horas del día, atendiendo emergencias en la ciudad.

Uno de los principales retos mencionados fue el colapso de algunos centros asistenciales, lo que ha generado una sobrecarga en el servicio de ambulancias operado por los bomberos, afectando su capacidad de respuesta.

La institución agradeció públicamente el respaldo de proveedores, aliados estratégicos y ciudadanos, que han acompañado y fortalecido su misión en la ciudad.

Desde el cuerpo de bomberos reiteraron que la meta para este diciembre es clara: cero quemados por pólvora, y para lograrlo se necesita el compromiso activo de toda la comunidad.

El mensaje es contundente: la pólvora no es un juego de niños, y su uso debe ser evitado por completo para disfrutar unas fiestas sin emergencias.