La discusión sobre el aumento del salario mínimo en Colombia para 2025 ya está en marcha, a pesar de que apenas comenzó octubre. Este tema, de gran relevancia para los colombianos, genera expectativas en los hogares y lugares de trabajo, ya que el incremento afecta directamente a millones de personas en el país.
Durante un evento reciente, José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), señaló que “todavía es prematuro conjeturar alguna cifra” sobre el incremento, pero dejó claro que un aumento de un solo dígito sería lo más adecuado. Esto se basa en la previsión de una inflación que cerraría el año entre el 5% y el 6%, según sus propias proyecciones.
López subrayó que la decisión final debe estar anclada en la inflación y la productividad. “Todavía no tenemos una cifra consolidada, pero en todo caso yo creo que sí sería deseable tener un aumento de un solo dígito y muy apegado a esta fórmula de inflación más productividad”, comentó en una entrevista radial, destacando que los aumentos anteriores ya han sido generosos en términos reales.
El presidente de la Anif también advirtió sobre los posibles riesgos de un incremento desmedido del salario mínimo. En un escenario donde el mercado laboral aún se está recuperando, un aumento demasiado elevado podría generar presiones inflacionarias, complicar la reducción de la tasa de interés, y tener efectos negativos en el mercado laboral, agravando la situación en lugar de mejorarla.
Las negociaciones oficiales sobre el salario mínimo comenzarán formalmente en diciembre y contarán con la participación del Gobierno, empresarios y representantes de los trabajadores. Tradicionalmente, este diálogo es largo y complejo, y busca alcanzar un consenso que sea beneficioso para todas las partes involucradas.
Por ahora, las expectativas se mantienen altas. La postura de Anif sugiere que el aumento será moderado, pero las cifras exactas se definirán una vez se evalúen todos los factores económicos clave en las próximas semanas.