Nacional
Condenados a 51 años de cárcel madre y padrastro de Maximiliano Tabares por asesinato en ritual de santerí
Justicia dicta sentencia tras el espeluznante homicidio del niño de seis años en Antioquia.
En un caso que estremeció a Colombia, la justicia ha emitido una condena de 51 años y ocho meses de prisión para Sandra Patricia Caro Pérez y Fabián Andrés Carmona Ramírez, madre y padrastro respectivamente de Maximiliano Tabares, el niño de seis años brutalmente asesinado en un ritual de santería en Antioquia, el 21 de septiembre de 2022. El tribunal especializado de Antioquia determinó que ambos fueron responsables de los delitos de homicidio agravado, tortura agravada y desaparición forzada agravada en primera instancia, aunque proceden recursos de ley.
El macabro suceso se desarrolló en una zona rural de Segovia, donde el pequeño fue sometido a fuertes golpizas durante dos días por individuos pertenecientes a un grupo satánico conocido como Los Carneros. Estas agresiones, dirigidas por el padrastro, según las autoridades, buscaban obtener información sobre una supuesta guaca. El dictamen de Medicina Legal reveló que el niño sufrió un trauma craneoencefálico severo, causante de su fallecimiento.
Inicialmente, Caro Pérez reportó la desaparición del niño, afirmando que había ido a una tienda en el corregimiento La Cruzada, del municipio de Remedios (Antioquia). Sin embargo, las investigaciones del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y de la Policía de Infancia y Adolescencia desmintieron esta versión, demostrando la participación activa de la madre y su pareja sentimental en el traslado y posterior agresión al menor.
El tribunal también ha sentenciado previamente a otros involucrados en este atroz crimen. Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias Orejas, quien estuvo presente en el ritual, recibió una condena de 40 años y 10 meses de prisión en noviembre de 2023. Su pareja sentimental, Susana Ceballos Zapata, alias la Discípula o la Sumisa, fue condenada a cinco años y ocho meses de cárcel por favorecimiento.
El caso ha generado indignación en la opinión pública y ha puesto de relieve la gravedad de la violencia y la superstición en la sociedad. Las autoridades subrayan la necesidad de continuar combatiendo estos actos aberrantes y garantizar la protección de los derechos de los niños.