Tragedia en Bucaramanga: Niño de 4 años murió al ser mordido por varios perros Pitbull
La comunidad ya había presentado demandas previas debido a que los perros no usaban bozal
En una trágica situación ocurrida este miércoles en la zona boscosa del barrio Café Madrid, al norte de Bucaramanga, un niño de tan solo cuatro años perdió la vida luego de ser atacado por varios perros de raza Pitbull. La comunidad ya había presentado demandas previas para que los perros de la zona utilizaran bozal, debido a los riesgos que representaban.
Según los familiares, el niño, identificado como Jhoel, se encontraba bajo el cuidado de su tía en el sector de El Cable cuando ocurrió el fatídico suceso. Los caninos, aparentemente sueltos y sin bozal, sorprendieron al menor mientras jugaba en la zona, dejándolo indefenso ante su ataque. Testigos presenciales relataron que al menos cuatro perros participaron en el ataque, sin que el niño pudiera hacer algo para defenderse.
La abuela del pequeño recibió la trágica llamada informándole del terrible incidente, sin embargo, las autoridades no le permitieron ver el cuerpo de su nieto. El cuerpo del niño fue sometido a una inspección técnica por parte de las unidades del CTI.
Esta terrible tragedia ha generado gran consternación en la comunidad, especialmente porque, según los familiares del menor, ya habían advertido previamente a las autoridades sobre el peligro que representaban los perros sueltos y sin bozal en la zona. Es importante mencionar que la madre de Jhoel se encontraba trabajando durante el día, por lo que el niño estaba al cuidado de su tía.
La muerte del pequeño ha generado un llamado urgente por parte de la comunidad para que las autoridades tomen medidas enérgicas con respecto al control de los perros peligrosos en la zona y la implementación de medidas de seguridad adecuadas, como el uso obligatorio de bozales.
Las investigaciones sobre este trágico suceso continúan, y se espera que las autoridades tomen las acciones necesarias para evitar futuros incidentes similares. La pérdida de Jhoel deja un profundo dolor en la comunidad y pone de manifiesto la importancia de garantizar la seguridad de los niños y de controlar adecuadamente a las mascotas en áreas habitadas.