Judicial
Chalecos antibalas usados en robo de Medellín serian de entidad de Bogotá
Mediante un comunicado de prensa informaron que los chalecos fueron adquiridos por el Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá.
El atraco que se llevó a cabo el pasado jueves en una empresa fundidora de oro, con tiroteo, en la capital antioqueña deja cada vez más detalles.
A pesar de que se creía que había sido frustrado, se conoció que ese plan se concretó de alguna forma con pérdidas por más de 500 millones de pesos en oro para los afectados. Incluso, las autoridades mostraron varios videos que han permitido establecer cómo sería la operación de los ladrones en ese y otros robos de oro en Medellín .
Los avances que se han presentado también llevaron a que la justicia colombiana determinara dejar en libertad a uno de los 11 capturados por un argumento clave. Fue así como, luego de que se conocieran las armas y demás elementos utilizados e incautados durante ese atraco, se conocieron nuevos datos que revelaron expertos en el tema.
Un comunicado de la empresa Miguel Caballero MC Armor se convirtió en una prueba de que los chalecos antibala usados por las personas que ejecutaron el robo en la fundidora de oro en la capital antioqueña fueron adquiridos por el Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá.
“Nuestra compañía realiza un control riguroso y extenso sobre la entrega y uso de los productos vendidos, por eso se aclara que los chalecos incautados fueron vendidos al Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá, el 31 de agosto de 2012”, indicó la empresa en un texto firmado por su director, Miguel Caballero.
Esa entidad de Bogotá tiene como objeto adquirir los bienes y servicios que las autoridades competentes requieran para garantizar la seguridad y protección de los habitantes en la capital bogotana. Esa labor la lleva bajo el mando directo de la Secretaría de Seguridad.
Acerca del tema, sobre el cual el Distrito todavía no se ha pronunciado, la empresa de Miguel Caballero agregó en su comunicado una advertencia sobre una situación que buscan aclarar.
“Ante los hechos presentados, reiteramos nuestra denuncia pública, presentada el pasado 7 y 29 de septiembre del año en curso, en donde informamos que personas inescrupulosas están vendiendo productos vencidos, usados y/o con etiquetas adulteradas, colocando en riesgo biológico y balístico a los usuarios de nuestros bienes, con el único objetivo de engañar y generar confusión dentro del mercado”.