Un espacio de fe, comunidad y naturaleza crece en Barrancabermeja

En el barrio Coviba de Barrancabermeja, un proyecto espiritual y ecológico comienza a tomar forma con la construcción del primer ecoparque religioso de la ciudad. Se trata de una iniciativa de la cuasi parroquia Señor de la Divina Misericordia, que busca unir fe, naturaleza y comunidad en un solo espacio.

La capilla que se levanta en el lugar estará dedicada a Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca reconocida por su devoción a la Divina Misericordia. Esta obra se construye dentro del entorno natural del humedal del Rosario, lo que la convierte en una propuesta diferente que integra el valor espiritual con el respeto por el medio ambiente.

Inspirado por la encíclica Laudato si’ del Papa Francisco, el ecoparque apunta a convertirse en una ecoparroquia, un modelo que promueve la comunión con la tierra y el cuidado de la obra creadora de Dios. La comunidad busca que este lugar sea un punto de encuentro para familias, niños y jóvenes, donde puedan fortalecer la vida espiritual y comunitaria.

Además de la capilla, el espacio contará con zonas verdes, áreas para el diálogo, el descanso y actividades que fortalezcan la convivencia y el tejido social del sector. La idea es que este ecoparque no solo sea un sitio para la celebración litúrgica, sino también un lugar donde se promueva la paz y la esperanza.

Para avanzar con la obra, la parroquia lanzó el bono solidario 2026, una iniciativa que busca recaudar fondos y que ofrece atractivos premios mensuales. Cada cuarto viernes del mes, con el sorteo de la Lotería Santander, se entregan premios de hasta 10 millones de pesos, y el gran premio final será de 50 millones, a entregarse en la Navidad de 2026.

Quienes deseen apoyar el proyecto pueden adquirir el bono por 20.000 pesos, contribuyendo así a una causa que combina el crecimiento espiritual con el compromiso ambiental. Los recursos recaudados se destinan directamente a la construcción y sostenimiento del ecoparque.

La cuasi parroquia extiende una invitación a todos los ciudadanos a sumarse a esta obra, que representa una oportunidad para reconectarse con la fe y la naturaleza en un entorno pensado para el bienestar colectivo.

Este proyecto se convierte en una propuesta pionera en Barrancabermeja y un ejemplo de cómo la iglesia puede promover la misericordia, la ecología y la comunidad en armonía.