Familia suplica ayuda tras 24 horas con el cuerpo de su hijo

Una familia del asentamiento humano 12 de agosto, en Barrancabermeja, vive momentos de angustia tras la muerte de Elkin Quindarío Ruiz Mora, un hombre de 44 años cuyo cuerpo permanece sin ser levantado por las autoridades competentes, pese a haber transcurrido más de 24 horas desde su fallecimiento.

La madre de Elkin, visiblemente afectada, relató entre lágrimas que encontró a su hijo sin vida en la cama de su vivienda. A pesar de haber solicitado ayuda inmediata, ni la policía ni ninguna entidad realizaron el levantamiento del cuerpo. “Llegaron dos cuadrantes y la funeraria, pero dijeron que no podían hacer nada porque fue una muerte natural”, señaló la mujer.

Según denuncia la familia, la funeraria les pidió $188.000 para encargarse del procedimiento, dinero que no poseen debido a su situación de bajos recursos. La madre pasó la noche en la vivienda junto al cuerpo de su hijo, sin recibir ningún tipo de atención institucional.

“Tuve que dormir con mi hijo muerto porque no me lo quisieron sacar. Solo porque somos pobres. ¿Acaso no es un ser humano?”, expresó con impotencia.

La familia ha intentado comunicarse con diferentes entidades para buscar una solución, pero hasta el momento no han recibido respuesta. Piden que se le brinde a Elkin un tratamiento digno, que sea llevado a un cuarto frío mientras se hacen las diligencias funerarias correspondientes.

Además, la madre del fallecido asegura que su hijo fue trasladado a su vivienda por parte del INPEC, tras haber contraído una enfermedad respiratoria durante su permanencia en un establecimiento carcelario. Desde entonces, su estado de salud se había deteriorado progresivamente.

Los familiares esperan que, al hacer pública esta situación a través de los medios, alguna autoridad competente actúe con prontitud. “No pedimos caridad, pedimos humanidad. Él merece un entierro digno, no es un perro”, expresó otro de los parientes en medio del dolor.

El cuerpo de Elkin Ruiz sigue dentro de la vivienda sin que se haya realizado el protocolo de levantamiento, lo que genera preocupación en la comunidad por los riesgos sanitarios y el trato inhumano que se le está dando a la situación.

La falta de coordinación entre las autoridades, la inacción institucional y la crisis humanitaria que enfrenta esta familia reflejan un grave problema en la atención a personas en condiciones de vulnerabilidad. El caso sigue sin respuesta oficial por parte del establecimiento carcelario ni de la administración local.