Madres comunitarias intensifican protestas por condiciones laborales en Barrancabermeja

En la mañana de este jueves 9 de enero, un grupo de madres comunitarias del ICBF retomó las protestas frente al centro zonal Yariguíes en Barrancabermeja, denunciando condiciones laborales adversas que, según ellas, afectan tanto su bienestar como el cuidado de los niños a su cargo. Estas manifestaciones son parte de una serie de movilizaciones iniciadas en diciembre de 2024.

Las mujeres expresaron su inconformidad con las recientes decisiones del ICBF, como el retorno al sistema de operadores, y con el incumplimiento en el pago de los salarios correspondientes a noviembre y diciembre de 2024.

Una transición problemática: del modelo asociativo al sistema de operadores

Desde el 1 de noviembre de 2024, varias madres comunitarias conformaron asociaciones para manejar directamente la prestación de servicios. Según las manifestantes, esta decisión fue tomada siguiendo las instrucciones del ICBF. Sin embargo, denuncian que, tras el término del contrato el 20 de diciembre, se les informó que debían retornar al modelo de operadores, una medida que califican como un retroceso.

“Ellas armaron sus asociaciones como pudieron, con recursos propios. Ahora les dicen que deben trabajar con operadores, dejando a muchas sin contrato”, expresó una de las voceras durante la manifestación.

Incertidumbre laboral y pagos atrasados

Las madres comunitarias también denunciaron la falta de pago de sus salarios en los últimos meses de 2024. Según las manifestantes:

• No se han recibido los pagos correspondientes a noviembre y diciembre.
• Algunas trabajadoras no pueden costear su seguridad social, lo que pone en riesgo su salud y estabilidad laboral.
• Afectaciones de salud han complicado la situación para varias madres, quienes dependen de estos recursos para recibir atención médica oportuna.

“Si no asumimos esos 10 días de seguridad social, quedamos desvinculadas. Esto nos afecta directamente porque muchas estamos en procesos médicos delicados”, señaló una trabajadora.

Salarios insuficientes y condiciones desfavorables

Otro punto crítico planteado durante la protesta es la precariedad de los salarios que perciben las madres comunitarias. Según las manifestantes:

• Muchas reciben menos del salario mínimo.
• No cuentan con subsidios de transporte, a pesar de que deben desplazarse frecuentemente por cuestiones laborales.
• Tienen que costear capacitaciones y cumplir con múltiples responsabilidades sin el apoyo adecuado.

“Trabajamos jornadas completas, pero no somos reconocidas ni siquiera con un salario mínimo. Esto es insostenible”, afirmó una de las manifestantes.

Llamado urgente a las autoridades

Las madres comunitarias hicieron un llamado a las entidades competentes para que escuchen sus reclamos y les brinden soluciones efectivas. Exigen:

• Pago inmediato de los salarios atrasados.
• Revisión del retorno al sistema de operadores y su impacto en el modelo asociativo.
• Mejoras en las condiciones laborales y salariales, incluyendo el pago de subsidios de transporte y prestaciones sociales.

“Nosotros somos trabajadoras, cuidamos de los niños y necesitamos condiciones justas para seguir haciéndolo. Pedimos al ICBF que nos escuchen y actúen”, concluyó una de las líderes de la protesta.

Impacto en la comunidad

La situación ha generado preocupación entre los padres de familia que confían en las madres comunitarias para el cuidado de sus hijos. La incertidumbre laboral podría afectar directamente la atención de cientos de niños en la región.