Nacional
Atentado al oleoducto Caño Limón-Coveñas causa graves daños ambientales
La violencia contra infraestructuras críticas sigue aumentando en Colombia, poniendo en riesgo ecosistemas vitales
En la tarde del 17 de septiembre, el oleoducto Caño Limón-Coveñas, una de las principales infraestructuras petroleras del país, sufrió un atentado que ha generado graves daños ambientales. Las autoridades han identificado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como el grupo posible responsable de este ataque, que afecta áreas cercanas al resguardo indígena Uwa en Boyacá y al departamento de Arauca.
Este atentado marca el tercer ataque contra el oleoducto en menos de un mes, lo que ha llevado a la activación de un Plan de Emergencia y Contingencia (PEC) para mitigar los daños y contener el derrame de petróleo. El Ejército Nacional ha desplegado personal en la zona para garantizar la seguridad y permitir que los equipos técnicos inicien las reparaciones necesarias.
El derrame de crudo ha tenido un impacto devastador en la vegetación local, e incluso ha provocado un incendio forestal, lo que ha agravado aún más la situación. Para combatir este desastre, se han instalado barreras de contención y telas oleofílicas para recolectar los hidrocarburos, protegiendo así los cuerpos de agua cercanos, como los ríos Banadía, Madre Vieja y Arauca.
La filial de Ecopetrol, Cenit, ha tenido que implementar medidas de emergencia en diversas zonas del oleoducto debido a la frecuencia de los ataques. A principios de septiembre, se activó un plan de contingencia que incluye el establecimiento de cinco puntos de control y el despliegue de materiales especializados para reducir el impacto ambiental en los ecosistemas adyacentes.
En medio de esta crisis, las autoridades locales han alertado al Consejo de Gestión del Riesgo de Desastres de Cubará para coordinar una respuesta rápida. Se ha instado a la comunidad a mantenerse alejada de las áreas afectadas hasta que se completen las reparaciones y se garantice la seguridad en la región. Los ataques no solo amenazan la infraestructura petrolera, sino que también ponen en riesgo los recursos hídricos esenciales para las poblaciones cercanas.
El reciente atentado coincide con un aumento de la violencia en el país, lo que ha llevado al presidente Gustavo Petro a anunciar el cierre del proceso de paz con el ELN tras un ataque previo que dejó dos muertos y 25 heridos. Este contexto resalta la fragilidad de las negociaciones de paz y la urgencia de medidas efectivas para restaurar la seguridad en la región.