Colombia podría enfrentar una crisis energética

En un contexto de creciente preocupación por el suministro de gas en Colombia, el presidente de Grupo Energía Bogotá, Juan Ricardo Ortega, ha destacado la posibilidad de que el país necesite importar gas para satisfacer su demanda futura. Esta alerta surge en medio de una serie de problemas que afectan al sector energético colombiano, incluyendo una intervención en la empresa Air-e por presuntas irregularidades en sus contratos.

El pasado 10 de septiembre, el Ministerio de Minas y Energía anunció que tomará medidas para intervenir Air-e, una compañía de energía eléctrica bajo investigación por la Superintendencia de Servicios Públicos. La intervención responde a posibles irregularidades en un contrato crucial para la comercialización de energía. Esta situación añade una capa adicional de incertidumbre a un sector ya comprometido por problemas de suministro.

Juana Afanador, panelista experta en energía, ha advertido que Colombia enfrenta una crisis energética, especialmente en el sector del gas. Según Afanador, el país está experimentando un déficit creciente en la producción de gas natural, con proyecciones que indican una reducción de la autosuficiencia en el suministro de gas para los próximos años. “Para el próximo año, se estima un déficit del 7.5% y para 2026, del 16%. Estamos perdiendo nuestra autosuficiencia en materia de gas”, afirmó Afanador.

Julio César Iglesias, otro analista del sector, subrayó la importancia del gas en la producción eléctrica del país. Iglesias recordó que durante el fenómeno del Niño, las plantas térmicas, que dependen del gas, jugaron un papel crucial para evitar un racionamiento energético. Aunque el problema del suministro de gas no es exclusivo del actual gobierno, Iglesias considera que la falta de inversión en la exploración de nuevos yacimientos de gas ha agravado la situación. “Desde hace dos años, necesitamos una inversión significativa para encontrar gas. Sin esa inversión, no podremos asegurar nuestras provisiones energéticas”, señaló Iglesias.

La posibilidad de importar gas se ha convertido en un tema central en el debate energético. Afanador y otras voces de la industria, como la Asociación Colombiana de Ingenieros, sugieren que la importación podría ser necesaria para enfrentar una posible escasez energética, especialmente si las lluvias no cumplen con las expectativas para la generación hidroeléctrica. Iglesias también criticó la postura política que ha bloqueado técnicas como el fracking, que han sido clave en el aumento de la producción de gas en otros países.

La situación energética en Colombia está en una encrucijada. La combinación de problemas en el suministro de gas y la intervención en empresas del sector podría tener efectos significativos tanto en la industria como en la vida cotidiana de los ciudadanos. El país enfrenta el desafío de ajustar sus políticas y estrategias para asegurar una provisión energética estable y sostenible en el futuro.