Nacional
Cárcel y Multas: Las consecuencias de mentir en la declaración de renta en Colombia
La reforma tributaria de 2022 establece severas sanciones para quienes falseen información en su declaración de renta.
La reforma tributaria de 2022 ha introducido penas significativas para aquellos que falseen información en su declaración de renta, estableciendo sanciones tanto económicas como penales. Bajo la Ley 2277, los contribuyentes que omitan activos, declaren valores incorrectos o reporten pasivos inexistentes enfrentan multas cuantiosas y penas de prisión.
Los contribuyentes que oculten activos o declaren valores menores a los reales pueden ser condenados a penas de prisión de entre cuatro y nueve años. Esta misma pena se aplica a quienes declaren pasivos inexistentes que superen los 1.000 salarios mínimos, equivalente a aproximadamente 1.300 millones de pesos. Si la evasión fiscal supera los 2.500 salarios mínimos, las penas pueden alcanzar hasta doce años de cárcel.
En casos extremos, donde la evasión supera los 5.000 salarios mínimos, las penas se incrementan a entre seis y 13,5 años de prisión. La Ley 2277 ha modificado los parámetros de las sanciones sin introducir nuevos delitos, sino ajustando aspectos como el sujeto activo de la conducta y el elemento subjetivo de la defraudación, con límites de extinción de la acción penal y reducción de pena.
César Camilo Cermeño, director de la maestría y especialización en Tributación de la Universidad de Los Andes, explicó a **La República** que las modificaciones no crearon nuevos delitos, sino que mejoraron la precisión en la definición de las conductas fraudulentas. Las reformas incluyen un límite de dos ocasiones para extinguir la acción penal por pago y una reducción de pena de hasta la mitad cuando se aplique el principio de oportunidad.
**El costo de los servicios de un contador para la declaración de renta** varía dependiendo de la complejidad de la situación financiera del contribuyente. Las tarifas para declaraciones simples oscilan entre $200.000 y $500.000, mientras que las declaraciones más complejas pueden costar entre $500.000 y $1.500.000. En casos excepcionales que requieren atención especializada, como auditorías fiscales, el costo puede superar los $2.000.000.
Los factores que influyen en el costo incluyen la complejidad de la situación financiera, la ubicación geográfica y la experiencia del contador. Aquellos con múltiples fuentes de ingresos, inversiones o necesidades especiales de asesoramiento pueden enfrentar tarifas más altas. Consultar con un contador especializado no solo es crucial para cumplir con las obligaciones fiscales, sino también para evitar problemas legales y fiscales futuros.