Nacional
Comunidades indígenas inician paro indefinido en la Panamericana y exigen intervención del Gobierno
Los bloqueos en el suroccidente colombiano afectan la economía y el abastecimiento de bienes esenciales.
Las comunidades indígenas del suroccidente colombiano han declarado un paro indefinido y han bloqueado la vía Panamericana, exigiendo la intervención del Gobierno Nacional. Este movimiento, liderado por el movimiento Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano (Aiso), tiene como principal demanda la firma de un decreto que les otorgue autonomía en la gestión de sus finanzas, prometido por el Ministerio del Interior en marzo pasado. El plazo para cumplir con este compromiso expiró el 20 de agosto, lo que ha llevado a las comunidades a tomar medidas drásticas.
El bloqueo, que se está llevando a cabo en Cajibío, Cauca, es el número 50 del año en la Panamericana, una arteria vital para el comercio y la conectividad del suroccidente del país. Las autoridades indígenas han declarado que mantendrán el bloqueo hasta que se cumpla su exigencia, haciendo un llamado directo al presidente Gustavo Petro para que intervenga en la situación.
El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, ha criticado la situación, calificando como inadmisible que toda la región sufra por problemas internos de las comunidades indígenas. Escobar ha solicitado al Gobierno Nacional que actúe para despejar la vía, subrayando la importancia económica de esta ruta para el país.
Las repercusiones del cierre de la Panamericana son significativas. Los gremios de Cauca y Nariño estiman pérdidas diarias de alrededor de $20.000 millones debido a la interrupción en el transporte de bienes. La crisis afecta no solo el abastecimiento de combustibles, oxígeno y medicamentos, sino también la producción agropecuaria y las exportaciones hacia Ecuador.
Debido a las restricciones en la movilidad, la ciudad de Pasto ha declarado alerta amarilla hospitalaria desde la noche del 20 de agosto. Esta medida responde al desabastecimiento de medicinas, insumos y equipos médicos, agravando aún más la crisis en la región.