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Plan de intensificación de vacunación contra la fiebre amarilla en Santander
Nueva campaña busca aumentar la cobertura de vacunación y prevenir la propagación de la fiebre amarilla en áreas de alto riesgo.

Santander ha lanzado un plan de intensificación de vacunación contra la fiebre amarilla, con el objetivo de abordar los riesgos de brotes en la región. La fiebre amarilla, una enfermedad viral grave transmitida por el mosquito *Aedes aegypti*, es una preocupación de salud pública en áreas tropicales y subtropicales del departamento. La nueva campaña de vacunación se centra en aumentar la cobertura en zonas de alto riesgo, como Barrancabermeja, Puerto Wilches, El Playón, y también en localidades cercanas como Girón, Florida Blanca y El Socorro.
La fiebre amarilla puede causar síntomas iniciales inespecíficos como fiebre, malestar general, cefalea, vómito y dolor muscular. En casos más severos, puede evolucionar a una forma tóxica de la enfermedad que incluye ictericia, falla hepática, falla renal e incluso la muerte. Debido a la gravedad de la enfermedad, es esencial implementar medidas preventivas efectivas.
La vacuna contra la fiebre amarilla es una herramienta clave en la prevención de la enfermedad. Esta vacuna, segura y eficaz, se administra en una sola dosis a todos los niños entre 12 y 23 meses, proporcionando protección de por vida. Los adultos que no han sido vacunados y aquellos que planean viajar a zonas de alto riesgo deben recibir la vacuna al menos 10 días antes de su viaje. Esta medida es crucial para evitar la transmisión del virus y reducir los casos de mortalidad asociados.
Las autoridades de salud destacan que, con una adecuada cobertura de vacunación, se pueden prevenir brotes de fiebre amarilla y proteger a la población de sus efectos más graves. La campaña también busca sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la vacunación y los riesgos de la enfermedad, promoviendo una mayor participación en los programas de inmunización.
La intensificación de la vacunación es parte de un esfuerzo continuo por mejorar la salud pública en Santander y enfrentar de manera proactiva las amenazas de enfermedades transmitidas por vectores. Con estas acciones, se espera reducir la incidencia de la fiebre amarilla y garantizar un entorno más seguro para todos los habitantes de la región.
