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Niña de 8 años hallada muerta en Girón tras ser raptada
Arrendador donde residía la víctima es señalado como presunto responsable
La pequeña comunidad de Girón, Santander, está sumida en la consternación y la indignación tras el aberrante crimen cometido contra Kerly Cuevas, una niña venezolana de apenas 8 años de edad que fue hallada sin vida en una zona boscosa del municipio. Las primeras pesquisas apuntan a que habría sido raptada y asesinada por su propio arrendador.
Los hechos se remontan a la mañana del pasado miércoles 1 de mayo, cuando Kerly salió a jugar con otros menores cerca de su residencia en el barrio El Rincón de Girón. Horas más tarde, fue reportada como desaparecida por sus familiares, quienes de inmediato dieron aviso a las autoridades.
A través del análisis de cámaras de seguridad, se logró identificar que la última vez que se vio con vida a la pequeña, estaba acompañada de un hombre al que reconocieron como su arrendador, un sujeto de 48 años.
De forma inmediata se activaron los operativos de búsqueda con la participación de la Policía Metropolitana, el Ejército y organismos de socorro. Tras varias horas de intensa labor, el hombre fue capturado, pero en un primer momento se negó a revelar el paradero de la niña.
La angustia cundió entre los familiares y comunidad de Girón, quienes en medio de la desesperación salieron a las calles a exigir justicia por la pequeña Kerly. “¡Justicia! ¡Eso no se le hace a una criaturita tan chiquita!”, clamaban desconsolados.
Finalmente, en horas de la noche, los peores temores se confirmaron cuando en una zona boscosa de las afueras de Girón fue hallado el cuerpo sin vida de la menor. Su arrendador, identificado como presunto responsable del atroz crimen, ya se encuentra judicializado por la Fiscalía.
El alcalde de Girón decretó luto municipal y envió un mensaje de solidaridad a los familiares, además de hacer un angustioso llamado a los padres a proteger y no dejar solos a los menores de edad. “Sepan en qué manos están dejando a sus hijos”, puntualizó la autoridad local.
En medio del profundo dolor, la comunidad exige que se haga justicia y no haya impunidad en este reprochable caso que una vez más estremeció al país por la violencia ejercida contra la niñez.