En la capital colombiana se registró un nuevo y trágico caso de feminicidio. Katherine Sánchez, una mujer de 30 años, falleció tras permanecer 12 días hospitalizada debido a las graves heridas que le propinó su pareja sentimental y padre de sus dos hijos, en un violento ataque ocurrido el pasado 19 de abril.

De acuerdo con sus familiares, Sánchez se había separado de su agresor, pero este insistió en que regresaran y, al negarse, la atacó con un cuchillo en repetidas ocasiones, además de golpearla. La golpiza le ocasionó traumas craneales y un paro cardiorrespiratorio.

Tras quitarle la vida a su pareja, el hombre huyó con la hija menor de ambos. Horas después se habría quitado la vida, dejando huérfanos a los niños de 2 y 4 años, quienes ahora están bajo la custodia de la tía materna.

Este lamentable suceso, que enluta a dos menores, ha generado un llamado por prevenir y erradicar la violencia de género.

Por otra parte, en la ciudad de Cali, Valle del Cauca, el cuerpo sin vida de una mujer desaparecida días atrás fue encontrado siendo abandonado por su cuñado, quien fue detenido como el principal sospechoso del crimen.

La víctima y su presunto homicida compartían vivienda, lo que agrava la situación. Las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles y determinar si existió maltrato previo.

Estos lamentables hechos han generado indignación y exigen mayor conciencia contra la violencia hacia la mujer.

En el barrio Rincón de Girón, donde Kerly Cuevas llegó a vivir hace apenas 4 meses junto a su familia venezolana, se llevó a cabo una emotiva velatón en honor a la menor de 8 años, hallada sin vida días después de haber sido raptada.

Amigos, vecinos y familiares se congregaron en la plazoleta del sector para rendirle un sentido homenaje a la pequeña, en medio de globos, flores y una eucaristía en la que pidieron por su eterno descanso.

«La última vez que la vi fue en mi cumpleaños, era una niña muy linda y noble», recordó entre lágrimas una de sus amiguitas, quien la describió como alegre y sonriente.

Otras niñas rememoraron los juegos que solían compartir con Kerly, resaltando que siempre pedía permiso a su madre antes de salir. «Jugábamos a las escondidas, al ponchado. La queríamos mucho, era una buena amiga», expresaron con tristeza.

Paralelamente, en el lugar donde fue hallado el cuerpo sin vida de la menor, la comunidad instaló un altar para rendirle homenaje con velas, flores y oraciones, en un acto que se ha replicado masivamente por el rechazo que genera este crimen.

«Inesperado, pensar que un angelito se fue al cielo por un depravado. Es difícil asimilarlo, pudo ser mi hija», expresó una vecina con dolor.

El principal sospechoso, un hombre de 59 años conocido como el arrendador de la familia, fue capturado y no se allanó al delito de desaparición forzada en su primera audiencia.

Este crimen que enluta a Girón mantiene conmocionada a la región por la indignación ante la violencia hacia la niñez.

Un nuevo caso de violencia enluta al gremio de vigilantes en la región de Bogotá, luego de que el joven celador Adrián Berrio López, de 23 años y oriundo de Cartagena, fuera asesinado a cuchilladas frente a su bebé en el municipio de Funza.

De acuerdo con los primeros reportes, Berrio López tuvo una discusión previa con un sujeto presuntamente bajo efectos de sustancias alucinógenas, a quien sacó del supermercado donde laboraba por su comportamiento inadecuado.

Posteriormente, cuando el vigilante culminó su turno, el mismo hombre lo esperó afuera del establecimiento y lo atacó con un arma blanca a vista de la esposa de la víctima y de su pequeño hijo.

Las cámaras de seguridad del sector captaron el violento suceso, en el que se observa al agresor propinando una puñalada mortal a Berrio López antes de darse a la fuga.

La víctima fue auxiliada y trasladada a la Clínica La Samaritana en Bogotá, pero lamentablemente falleció minutos después debido a la gravedad de la herida.

Este crimen se suma a otros dos casos recientes de asesinatos contra vigilantes perpetrados en las localidades de Los Mártires y Kennedy de la capital colombiana, en lo que las autoridades catalogan como hechos aislados.

Se adelantan las investigaciones respectivas para identificar y capturar al responsable del violento ataque contra el joven celador, quien ahora deja huérfano a un bebé tras ser ultimado frente a sus ojos.