Actualidad
“Verita”: Una historia que inspira
Esta última experiencia ha dejado una marca significativa en su vida
El subintendente Jorman Vera ha cumplido 18 años de servicio en la Policía Nacional, y a lo largo de su carrera ha desempeñado diferentes roles, como vigilancia de tránsito y policía comunitaria. Esta última experiencia ha dejado una marca significativa en su vida. Gracias a su vocación y don de servicio, ha logrado sanar literalmente las almas de las madres cabeza de hogar, ha robado sonrisas a los niños y ha conquistado los corazones de los barranqueños.
Uno de los desafíos más grandes que enfrentó como policía fue trabajar con jóvenes que pertenecen a las barras de fútbol profesional colombiano. Fue un instrumento de cambio para ellos, materializando el proyecto de vida “Fútbol en Paz”, donde demostraron que hoy en día estos jóvenes contribuyen a la sociedad y al distrito de Barrancabermeja. A través del don de la música, han logrado llegar a diferentes hogares con niños con discapacidad. También han llevado a cabo diversas actividades culturales en todas las comunas y veredas de este distrito.
La comunidad de Barrancabermeja está agradecida con el subintendente Vera, quien ha brindado su apoyo en diferentes formas. Ha organizado eventos, proporcionado alimentación y transporte, e incluso ha cumplido el sueño de una madre de llevar a su hija a conocer el mar. Su labor ha sido reconocida y valorada por la comunidad.
Desde el 2010, el subintendente Vera ha trabajado de la mano con la barra “Dom AB y Negro” en proyectos sociales y comunitarios. Han arreglado parques y han llevado alegría a los niños durante la Navidad. Su labor ha sido un ejemplo para otros, inspirándolos a unirse en la causa de mejorar la comunidad.
Además de su trabajo comunitario, el subintendente Vera ha apoyado a madres cuidadoras de tiempo completo de hijos con discapacidad. Ha cumplido los sueños de cientos de niños con enfermedades raras y ha ayudado a sus compañeros de trabajo en momentos de tragedia. Pero lo que más ha dejado huella es su labor en la prevención y ayuda a los jóvenes para salir de las drogas.
Uno de los casos más destacados fue el rescate del creador de contenido del corregimiento del centro, conocido como “El Criollo”, quien fue rescatado de las calles gracias al amor y dedicación del subintendente Vera. Hoy en día, este joven puede dar testimonio de vida gracias a la ayuda recibida. Esta es solo una de las muchas historias inspiradoras que demuestran el impacto positivo que un excelente ser humano puede tener en la comunidad.
A pesar de haber pasado por una gran calamidad personal, con la enfermedad de su madre, el subintendente Vera no desvió su objetivo. Mientras su madre luchaba contra el cáncer, él continuó su trabajo con más amor y dedicación, ya que su fortaleza dependía de la de su madre.
La historia de “Verita” es un ejemplo de cómo la vocación y el servicio pueden transformar vidas y comunidades. El subintendente Jorman Vera ha dejado una huella imborrable en Barrancabermeja, demostrando que la Policía Nacional no solo está para mantener el orden, sino también para brindar ayuda y ser un pilar de apoyo para quienes más lo necesitan.