Comunidades abren paso provisional en la zona del derrumbe en la vía a Bucaramanga
Pobladores habilitan paso provisional en la vía afectada por el derrumbe, aunque las autoridades advierten sobre el movimiento constante de la montaña
Comunidades de las veredas afectadas tras el cierre en la vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja han tomado la iniciativa de habilitar un paso provisional para personas y motocicletas sobre la montaña que se desprendió el pasado domingo. Cerca de 60 personas que residen en la zona de emergencia, donde aproximadamente 700.000 metros cúbicos de material sepultaron la vía hacia la capital santandereana, se abrieron camino a través del derrumbe para cruzar de un lado a otro.
Armados con picas, palas, porras, motosierras y carretillas, los habitantes de la región retiraron troncos, piedras, tierra y fragmentos de pavimento que obstruían el corredor vial nacional. Durante toda la tarde del miércoles, trabajaron sin descanso y lograron establecer un paso provisional por el cual pueden circular motocicletas, habitantes locales y caminantes que buscan llegar a Barrancabermeja, San Vicente y el área metropolitana de Bucaramanga.
Robinson Pérez, comerciante de la vereda Lisboa y líder comunal, explicó que “el paso por la vereda Paraguay presenta un trazado muy complicado y varias motos que transitaban por allí se dañaron. La comunidad necesitaba una alternativa para movilizarse, así que abrimos un camino a través del deslizamiento de tierra”. Pérez destacó que, ante la falta de respuesta por parte de la Concesionaria y el Gobierno Nacional, los residentes de la zona tomaron esta medida, y el único requisito para quienes desean utilizarlo es un aporte voluntario para mantener el paso provisional operativo.
Sin embargo, a pesar de las advertencias de las autoridades sobre el movimiento constante de la montaña, las comunidades insistieron en abrir este paso provisional. El comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, general José James Roa, reveló que “se están desplazando cerca de cuatro metros de material de la montaña cada 12 horas, según lo han evidenciado los profesionales”.
Para los automotores, los de carga pesada y pasajeros han optado por tomar la vía alterna por San Alberto, un recorrido que lleva cinco horas hasta Barrancabermeja y que cuesta $33,000 para los pasajeros. Los vehículos livianos y medianos han optado por la vía terciaria entre el sector de Cabaña Alta y la vereda Paraguay de Lebrija, donde se permite el paso cada 15 minutos de manera escalonada y se solicita un aporte voluntario.
La situación ha afectado a los comerciantes, especialmente a los vendedores de productos lácteos que se comercializan en la vía hacia Barrancabermeja y a los dueños de restaurantes que han perdido ingresos debido a la falta de clientes. Los lancheros, propietarios de restaurantes y tiendas, conductores y otros que dependen del turismo en la represa de Topocoro tampoco han recibido visitantes desde el domingo pasado, lo que ha tenido un impacto negativo en sus ingresos.
Las comunidades afectadas continúan buscando soluciones mientras se enfrentan a las dificultades que la situación les plantea, a pesar del riesgo que implica el movimiento constante de la montaña y la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades competentes.
