Indignación tras la decisión del juez: tres delincuentes en libertad luego de caso de fleteo

Un hecho violento ocurrido el pasado 26 de septiembre en la calle 13 con carrera 23 ha causado conmoción en Bucaramanga. Cinco delincuentes, que minutos antes habían robado a un hombre y lo habían atado en su propia casa, terminaron chocando contra vehículos frente a la plaza de mercado local al intentar huir de la persecución del padre de la víctima.

Los testimonios recogidos por la Policía Nacional revelaron que los cinco hombres habían citado a la víctima para ver un vehículo en el Oxxo ubicado en la carrera 27 con calle 9. El automóvil en venta era un Chevrolet Aveo GT negro con placas KBY – 189, el mismo vehículo que utilizaron para darse a la fuga. José Armando Morelos fue quien citó a la víctima, acompañado de su novia, Paula Mireya Escobar. Cuando cerraban el negocio, la víctima expresó que vivía cerca y que iría por el dinero. En ese momento, José Morelos, Cristián Armando Acuña, Nicolás Arnulfo Villamizar, Henderson Yair Maldonado y Paula Escobar lo persiguieron. Entraron de manera agresiva en la vivienda, obligándolo a bajar los pantalones y lo ataron a una columna de pies y manos. Los delincuentes buscaron dinero por la casa y se llevaron cinco millones de pesos.

Sin embargo, su plan se vio interrumpido cuando el padre de la víctima llegó inesperadamente y alertó a los vecinos para que lo ayudaran a perseguir a los delincuentes. La situación se tornó aún más peligrosa cuando Nicolás Arnulfo Villamizar amenazó con un arma en el cuello a la víctima, advirtiéndole que lo mataría si se levantaba.

La indignación se apoderó de la comunidad al conocer la decisión del juez de garantías. De los cinco delincuentes, solo José Armando Morelos Castillo y Nicolás Arnulfo Villamizar enfrentarán detención domiciliaria por el delito de hurto calificado y agravado. Los otros tres quedaron en libertad debido a la falta de antecedentes. Los comerciantes de la plaza de mercado y los testigos del hecho han expresado su descontento, especialmente porque la banda delincuencial también amenazó de muerte a la víctima y a su padre.

Además de la indignación pública, terceros afectados por el incidente han reclamado al sistema judicial. El crimen causó pérdidas en negocios, daños materiales y puso en peligro vidas, lo que ha llevado a muchos a considerar que se debieron tomar medidas de aseguramiento más estrictas. “Merecían otras medidas de aseguramiento”, mencionó uno de los trabajadores cercanos a la plaza de mercado.

A pesar de la controversia, la Policía Nacional logró recuperar el dinero robado y lo devolvió a su respectivo dueño, la víctima del hecho.