Colombia enfrenta amenaza de escasez de visas y pasaportes

Colombia se enfrenta a una posible crisis de suministro de visas y pasaportes debido a la cancelación de un contrato de impresión y distribución de estos documentos. La empresa encargada, Thomas Greg & Sons, anunció que dejará de imprimir pasaportes después del próximo 2 de octubre, como represalia por no haber sido adjudicataria del contrato en una licitación pública. Además, amenaza con demandar al gobierno colombiano por alrededor de $100.000 millones.

El canciller de Colombia, Álvaro Leyva, se encontró en una difícil encrucijada: otorgar el contrato en medio de controversias por supuestos favoritismos a la empresa o declarar la licitación desierta, lo que podría llevar al país a una escasez sin precedentes de visas y pasaportes. Finalmente, optó por la segunda opción, buscando evitar acusaciones de imparcialidad, pero dejando a Colombia en riesgo de enfrentar semanas sin poder emitir estos documentos esenciales.

El contrato actual, que vence el 2 de octubre, está valuado en casi medio billón de pesos ($599.000 millones) y cubre la “personalización, custodia y distribución de libretas de pasaportes, así como el servicio de impresión, almacenamiento y entrega de etiquetas de visa colombiana con zona de lectura mecánica”. Este contrato ha estado en manos de Thomas Greg & Sons durante los últimos 17 años.

A pesar de la urgencia de la situación, la falta de alternativas locales capacitadas para asumir este rol en un corto período de tiempo ha sido un desafío. Empresas del sector han expresado que es técnicamente inviable que una empresa nacional retome el servicio en tan poco tiempo debido a la complejidad y la capacidad requerida.

El canciller Leyva busca soluciones, incluyendo la colaboración de otros países para evitar la escasez de estos documentos esenciales. Varias naciones han ofrecido ayudar a Colombia en la impresión de pasaportes en el extranjero y su envío a través de vuelos comerciales mientras se resuelve la contingencia.

La cancelación del contrato no solo afectaría el suministro de pasaportes y visas, sino también podría tener un impacto en los servicios de trámite y entrega de estos documentos en todo el país, especialmente en Bogotá, donde el contratista maneja las oficinas oficiales encargadas de estos procedimientos.

La Cancillería colombiana ha declarado una “Urgencia Manifiesta”, lo que le permite contratar directamente a una compañía por un período de 12 meses para evitar la escasez prolongada. Se estima que se necesitarán al menos cinco meses para reiniciar todo el proceso de licitación y alrededor de siete meses adicionales para que la nueva empresa esté lista para asumir la impresión de visas y pasaportes a nivel nacional.

Aunque la situación es crítica, algunas empresas oferentes han ofrecido su ayuda y cooperación para evitar un colapso inmediato. Además, Thomas Greg & Sons ha admitido tener aproximadamente 13.000 libretas de pasaportes en blanco que podrían utilizarse durante la transición.

El gobierno colombiano se encuentra en una carrera contra el tiempo para garantizar que los ciudadanos no se vean afectados por la posible escasez de visas y pasaportes mientras se resuelve esta compleja situación.