Nutrición infantil: herramienta vital en el desarrollo del niño
La nutrición infantil es clave para un desarrollo saludable. Desde la lactancia materna hasta una alimentación balanceada, cuidar la dieta de los niños es fundamental
La nutrición desempeña un papel fundamental en la salud y el desarrollo de los niños desde el momento de su nacimiento. La alimentación adecuada es esencial para garantizar un crecimiento y desarrollo saludables. Desde los primeros instantes de vida, la lactancia materna se destaca como el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo, ya que proporciona todos los nutrientes necesarios de manera óptima.
La lactancia materna es única, ya que es el único alimento en la vida humana que puede aportar todos los nutrientes necesarios en una sola vez. A lo largo de la vida, se requieren aportes de varios grupos de alimentos, como carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales, entre otros. Sin embargo, en la lactancia materna, todos estos nutrientes se encuentran de manera completa y equilibrada.
A pesar de la importancia de una alimentación balanceada, los alimentos ultraprocesados han ganado un espacio considerable en la alimentación actual. Estos alimentos han generado consecuencias negativas en la salud de los niños, contribuyendo a problemas como la obesidad infantil y la desnutrición, que se están convirtiendo en problemas de salud pública.
La obesidad infantil se relaciona con el consumo excesivo de calorías, especialmente a través de alimentos procesados e industrializados, que son difíciles de metabolizar. Además, el sedentarismo también contribuye a este problema de salud. La obesidad infantil y la desnutrición son dos formas de malnutrición que deben abordarse de manera adecuada.
El Dr. Frank Ávila, experto en nutrición infantil, brinda recomendaciones para mejorar la alimentación de los niños. Una de las principales sugerencias es que los padres den ejemplo a través de sus propios hábitos alimenticios. Es importante apagar el televisor y dejar de lado los dispositivos electrónicos durante las comidas. Mostrar agrado por la comida, conversar sobre temas alegres y evitar forzar a los niños a comer son prácticas recomendadas.
En una alimentación balanceada para los niños, no deben faltar elementos esenciales como agua, proteínas, carbohidratos y frutas. Cada uno de estos componentes contribuye al crecimiento y desarrollo adecuados de los niños.
Es crucial comprender que una mala alimentación en la primera infancia puede tener consecuencias negativas a largo plazo en aspectos como el desarrollo cognitivo, el rendimiento académico y la capacidad productiva en la vida adulta.
