Madre fue enviada a la cárcel por golpear brutalmente a su hija de 14 años

Un preocupante acto de violencia intrafamiliar ha conmocionado al municipio de Puerto Wilches, Santander, donde una madre ha confesado en una audiencia haber golpeado de manera brutal a su propia hija de 14 años en un arrebato de ira. Este caso ha desencadenado acciones judiciales y ha puesto en relieve la necesidad de prevenir el maltrato infantil y garantizar un entorno seguro para el desarrollo de los niños.

El incidente tuvo lugar en el asentamiento humano Barrios Unidos, donde unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes fueron alertadas sobre un caso de maltrato contra una adolescente de 14 años. Al llegar al lugar, las autoridades constataron que la madre de la menor, de 34 años, la estaba maltratando físicamente. La adolescente fue trasladada de inmediato a un centro asistencial para recibir atención médica, mientras que la madre enfrenta cargos por el delito de violencia intrafamiliar.

Testimonios de residentes en la zona confirmaron haber escuchado los pedidos de auxilio de la joven, lo que motivó su intervención en la vivienda. La adolescente fue encontrada en el suelo del baño con heridas y traumas evidentes en varias partes de su cuerpo. Las autoridades llegaron rápidamente y la rescataron, trasladándola al centro asistencial para recibir la atención necesaria.

Un juez dictaminó una medida de aseguramiento en un centro carcelario para la madre. Por su parte, la Comisaría de Familia de Puerto Wilches determinó que la adolescente quedaría bajo la custodia de la abuela y la tía materna. La Policía Nacional dejó a disposición de la comisaría de familia a la adolescente, y se decidió que permanecerá bajo el cuidado de familiares cercanos.

Este lamentable suceso resalta la importancia de proporcionar a los niños y adolescentes un entorno de bienestar físico, afectivo, emocional, educativo y social. Las autoridades hacen hincapié en la necesidad de prevenir el maltrato infantil y promover relaciones saludables en los hogares. Además, es fundamental brindar a los niños un ambiente propicio para su desarrollo emocional y mental, en aras de su bienestar y seguridad.