Mujer embelleciendo tumbas se gana la vida

Cada mañana Fanny Padilla asume sus labores de hogar, deja su casa organizada, sus animales atendidos, le dedica tiempo a su esposo, y luego se dispone a irse a trabajar… un camposanto le regala la paz de sus días, así lo asume al laborar arreglando tumbas en un cementerio de la ciudad, 20 años dedicados a la jardinería en este campo santo que se conoce al dedal.

Su oficio lo realiza con total entrega y compromiso. Carretilla en mano con implementos asignados, son la señal del inicio de la jornada, implementando en cada tumba el deseo de la familia del difunto. Cada detalle lo aplica con delicadeza, y cada sugerencia es atendida por esta mujer que aunque de pocas palabras, es de buena memoria, pues tiene claro cuáles son las tumbas que debe atender.

En sus 20 años de oficio ya perdió la cuenta de cuántos difuntos han estado bajo su cuidado al demostrar que no están en el olvido, cumpliendo con el deseo de sus seres queridos al atender periódicamente su santo sepulcro. Una mujer de admirar, en una labor que aunque difícil realiza con amor y entrega.