“La paz no es un negocio”: Alto Comisionado

El Alto Comisionado para la Paz fue enfático al referirse al proceso de paz y afirmó que la paz no es un negocio, nunca puede ser un negocio. Es un derecho sagrado que no se puede jugar con ella, ya que esto significaría jugar con la esperanza de los niños y jóvenes que están presos o presas de la ausencia de movilidad o libertad y que pueden ser blanco de reclutamientos forzosos.

El alto comisionado también rechazó el pago que hicieron privados de la libertad a abogados que buscaban dar beneficios en centros penitenciarios. Dijo que los profesionales no tienen vínculo con la oficina y que hay un caso que está denunciado que ocurrió hace cerca de tres semanas en la ciudad de Medellín, donde un privado de la libertad pagó 120 millones a un abogado para que no fuera trasladado a un centro penitenciario a donde debería irse.

El Alto Comisionado para la Paz aseguró que la oficina tiene siete facilitadores y que siempre se coordina con el Comité Internacional y la Iglesia. La oficina de paz tiene unos protocolos muy claros y precisos de interlocución con privados de la libertad, por lo que difícilmente podrían utilizar la oficina para esos propósitos fraudulentos e inconfesables.

Los protocolos se aplican de manera rigurosa y parte de ellos incluyen tener cartas específicas del privado de la libertad con huella dactilar o huella digital que permita corroborar que sí se trata de esa persona. También hay un cotejo directo con los que dicen ser los abogados y unos mecanismos de verificación de la información.

El Alto Comisionado para la Paz finalizó su intervención indicando que la oficina reconoce solamente a cuatro gestores de paz. La paz no es un negocio y se debe trabajar para garantizarla como un derecho sagrado que beneficia a todos los ciudadanos.